Mitos del cine: propuesta didáctica

Rodolfo Sánchez Rovirosa

Vela León, Juan Antonio. (2000). Cine y mito, una indagación pedagógica, Col., Hermes didáctica Nº 9, Ed. Laberinto, España, 186 pp.

Con su libro, Cine y mito, una indagación pedagógica, Juan Antonio Vela León permite que el lector se adentre en el análisis fílmico desde la perspectiva de lo simbólico y de distintas disciplinas del arte y las humanidades en algunas obras cinematográficas.

Vela entiende el mito como la representación simbólica que un grupo social propone o impone sobre ciertas temáticas; así, al referirse a Platón y el hombre de su caverna, señala que éste aprendió a fabular y a entender su situación en el mundo, a partir de su fascinación por las sombras que el fuego proyectaban en el techo y las paredes.


En este libro, Vela aborda el simbolismo de las historias que el cine lleva a sus espectadores y lo hace a partir de distintos campos del conocimiento: la historia, la literatura, la ciencia, el psicoanálisis, la religión y varios géneros típicos del cine. Cada capítulo tiene una estructura similar en cuanto a su forma de exposición; en primer lugar, el autor revisa aspectos teóricos de la disciplina que luego vincula con algunos ejemplos fílmicos; más adelante, elabora el análisis y la propuesta didáctica de algunas películas, y, finalmente, enlista algunas sugerencias bibliográficas y filmográficas. De esta manera, el lector obtiene los elementos básicos para llevar a la práctica una didáctica del cine y aprovechar de mejor manera este recurso en el aula. 

En el primer apartado, el autor expone algunas diferencias y conexiones entre el cine y la literatura; por ejemplo, señala que el cine es un arte sintético, pues, además de integrar lenguajes de otras artes, añade simbolismos mediante el uso de recursos literarios como las metáforas, metonimias y sinécdoques. Además, afirma que “toda película es una sucesión de metonimias” (Vela León, 2000: 16) y hace una propuesta didáctica para revisar estos recursos literarios con base en la película Los tres cerditos de Disney (1933).

Posteriormente, Vela aborda los mitos políticos y películas históricas; como Kracauer, piensa que toda película es un documento histórico, pues refleja aspectos de un contexto social. En consecuencia, divide el cine histórico en cuatro categorías: 1. El testimonio como reflejo del ambiente social, 2. La ficción de época o historias de ficción situadas en determinado contexto histórico, 3. La reconstrucción de un hecho histórico y 4. El documento histórico, que prefiere los materiales originales a la ficción. Además enfatiza la importancia de distinguir, en estas películas, entre fidelidad e interpretación histórica. Finalmente, su propuesta didáctica se basa en El Acorazado de Potemkin (Eisenstein, 1925) y El hombre que mató a Liberty Valance (Ford, 1962); la primera es de una reconstrucción histórica, con un final que nunca ocurrió y la segunda, un western de ficción histórico, con una representación deformada de los orígenes de EUA.

En otro capítulo, Vela León habla de la ciencia en el cine y su representación simbólica: la ciencia como un viaje a lo desconocido. Al hacerlo, distingue al cine de ciencia ficción, cuyas películas cataloga como «de anticipación» ( pues crean ficción basadas en la ciencia) del cine que sólo busca reflejar la naturaleza; asimismo, diferencia el cine de ciencia ficción del fantástico, pues el primero es natural y el segundo es antinatural. Por último, expone su propuesta didáctica retomando El Planeta de los Simios ( Schaffner,1968) para trabajar la teoría de la relatividad y el evolucionismo. 

Más adelante, el autor se enfoca en el cine y el psicoanálisis; parte de la idea del cine y su relación con los sueños, no en balde Hollywood es llamada “la fábrica de los sueños”; por otro lado, el surrealismo, como corriente artística, intenta llevar el lenguaje onírico al cine, lo cual nos lleva a cuestionar las semejanzas entre ambos lenguajes. Para su propuesta didáctica, analiza las películas Recuerda (1945) y Marnie (1964), de Hitchcock; con tramas semejantes, ambas se relacionan con el psicoanálisis, a través los mecanismos de Freud sobre lo onírico, como la represión, el inconsciente, la condensación, el desplazamiento y la representación simbólica. 


En el último capítulo, sobre el cine y sus géneros, el autor se enfoca en el cine negro. Elige este género, que tomó como base la novela negra y el expresionismo alemán, porque lo considera como un espejo crítico de la sociedad. Su propuesta didáctica se basa en tres películas: Sólo ante el peligro, (Zinnemann, 1952), sobre el concepto del deber; La invasión de los ladrones de cuerpos (Siegel, 1956), sobre el problema de la autonomía, y El tercer hombre (Reed, 1949), sobre el tema de la amistad.

De esta manera, las aportaciones del autor pueden ser muy provechosas, tanto para los especialistas en las temáticas disciplinarias abordadas, como para los neófitos en ellas; de igual manera, su lectura resultará placentera, para todos los cinéfilos, que podrán disfrutar las películas aquí seleccionadas, desde nuevas ópticas.

Referencias:

Vela León, Juan Antonio. (2000). Cine y mito, una indagación pedagógica, Col., Hermes didáctica Nº 9, Ed. Laberinto, España, 186 pp.


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