La curiosidad y el mito de la caja de Pandora

Rodolfo Sánchez Rovirosa

Los humanos, como los gatos, somos extraordinariamente curiosos, y es esta característica la que detona el suspenso en The box, del director Richard Kelly (Estados Unidos, 2009). Esta película es una actualización muy sui generis del mito de Pandora, en el contexto de un hogar en Virginia, EUA, en el 1976.

La joven pareja conformada por Norma (Cameron Díaz) y Arthur (James Marsden) vive feliz con su hijo preadolescente. Ella es maestra de literatura de nivel medio superior y cojea a causa de un problema de salud, él es un científico que trabaja en la NASA y sueña con ir al espacio.

La vida transcurre tranquila hasta que una mañana, a las 5:45 a. m., el timbre los despierta y encuentran en la puerta un paquete que contiene una extraña caja de madera con un botón rojo; no hay remitente, sólo una carta avisando que el “Sr. Steward” los visitará por la tarde. A partir de ahí, comienzan las malas noticias: el hijo pierde su beca y la solicitud de Arthur para ser astronauta es rechazada; esto los lleva a una crisis económica. Esa tarde reciben la visita de Arlington (Frank Langella), un hombre desfigurado, que le hace una propuesta: si aprietan el botón rojo de la caja sucederá algo, pero a cambio ello recibirán un millón de dólares; si no lo hacen, la propuesta será ofrecida a alguien más.

En principio la respuesta es no; sin embargo, la situación hace que empiecen a considerarlo y, mientras tanto, la tensión aumenta. Norman y Arthur están frente a la caja, ¿deben apretar o no el botón? Ignoran que apretar el botón no sólo les hará ganar dinero, sino que desatará una serie de cambios. Hacerlo equivale a abrir la Caja de Pandora.

Así el tema de la curiosidad en esta película se relaciona con el mito de Prometeo. El relato mitológico dice que él es el creador y protector de la raza humana y, para favorecerla, engaña dos veces a los dioses, al robarles el fuego y al lograr que los hombres se quedaran con la mejor parte de los sacrificios. Como resultado de esto, Zeus ordena a Hefesto crear a Pandora para darla como regalo a Epimeteo.

La mujer es hermosa, pues todos los dioses le han concedido atributos: Afrodita, la belleza; Atenea, el dominio del telar; Hermes, la elocuencia, la seducción y la inconstancia. Así, aunque Prometeo advierte a Epimeteo que no confíe en los dioses, su hermano no lo escucha y, prendado de Pandora, la toma por esposa. Zeus, además, le entrega una caja en custodia con la advertencia de que no debe abrirla por ningún motivo. Epimeteo hace caso de la advertencia, pero en los dones que los dioses otorgaron a Pandora estaba una curiosidad desmedida, la suficiente para que no resistiera la tentación de abrir la caja.

Una vez abierta, de ella salen todos los males: enfermedades, guerras, muerte… Pandora cierra la caja lo más pronto que puede, pero sólo consigue retener dentro la esperanza, lo único que ahora ayuda a la humanidad a soportar todos los males que se extienden por la tierra. Según otra versión de la historia, lo que escapa de la caja son todos los bienes, que regresan al Olimpo, a la mansión de los dioses; entonces, para los hombres se quedan sólo los males… y la esperanza. 

En la secuencia de la biblioteca, los señores Lewis tratan de resolver el misterio ¿Quién es el Sr. Steward Arlington? (paneo por los estantes). Todo se convierte en un símbolo, ellos están en un laberinto del cual deben salir valiéndose del conocimiento. Como en el mito, sólo les queda la esperanza de poder encontrar una solución al infierno que han desatado.

La fotografía de Steven Poster, con influencias de Hitchcock, resalta la psicología de los personajes con una iluminación de colores tenues y oscuros. Además, las elipsis, los contrastes de foco y fuera de foco, planos cerrados y abiertos, y los cortes continuos generan un ritmo vertiginoso; asimismo, las tomas en picado y la cámara subjetiva dan énfasis al misterio y a la expectativa. Por su parte, el sonidista Tom Williams, con música de Win Butler, Régine Chassagne y Owen Pallet recrea el ambiente de los años 70, un contexto histórico marcado por la Misión del Vikingo a Marte; mientras que, en los momentos de tensión, acentúa la incertidumbre con sonidos “extraños”.  

El botón rojo de la caja simboliza los valores del bien y el mal. El guionista Richard Kelly adaptó Button Button; Uncanny Histories (2008), de Richard Matheson, para llevar a la pantalla esta historia sobre el dilema moral de decidir entre obtener dinero fácil a costa de lo que sea, o conservar la conciencia tranquila y resolver los problemas propios de la manera difícil. 

La caja de Pandora vuelve a representarse en esta película con algunas variantes, pero conservando su esencia. El misterioso señor Arlington toma el lugar de Zeus al llevar este objeto a los Lewis y advertirles lo que pasará si aprietan el botón; Norma es Pandora frente a la caja, preguntándose si debe o no accionarla. La lección es demasiado dolorosa y, al final, sólo queda la esperanza de poder rectificar el camino.

Referencias:

Kelly, R. (productor y director). (2009). The Box [cinta cinematográfica]. Estados Unidos: Darko Entertainment.


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