El poeta como profeta y la poesía como profecía

LUIS ÁNGEL SARABIA JASSO. Lengua y Literatura Hispánicas. FFyL

Shakespeare in Love es una película de 1990 que pone en escena una artificiosa historia sobre cómo el gran poeta inglés pudo concebir una de sus tragedias más conocidas: Romeo y Julieta. Artificiosa, porque conecta la historia de Shakespeare y la de los jóvenes italianos, entrecruzando la ficción y la realidad; asimismo, tres distintas expresiones del arte se vinculan a lo largo de la trama: el teatro, la literatura (en la omnipresencia de la poesía) y, por supuesto, el cine.

Pueden dedicarse innumerables páginas a resaltar y analizar varios elementos de la película; no obstante, me interesa resaltar un elemento más sutil que demuestra, según mi parecer, cómo el mito griego sigue permeando la actualidad, muchas veces de forma casi imperceptible: el poeta como profeta y la poesía como profecía.

Pero, ¿qué vínculo en específico unía los oráculos con la poesía? En primera instancia y bajo una óptica moderna, un poeta no es un adivino; sin embargo, entre los griegos, cuya influencia, valga apuntarse, se dejó sentir en autores como Shakespeare a través, sobre todo, de los romanos, una misma divinidad contiene ambas figuras: Apolo.

Apolo es a quien los griegos consultan cuando ignoran cómo proceder, por ejemplo, para librarse de una enfermedad o una epidemia; así lo hace Edipo: cuando una peste azota a Tebas, manda un sirviente a Delfos para consultar el oráculo, la respuesta es que sólo desterrando o matando al asesino de Layo la desgraciada ciudad se sanaría. Además, el dios puede enseñar la adivinación, como lo hizo con la joven Casandra a cambio de corresponder su amor y, cuando ella se negó a cumplir, le arrebató a sus oráculos la confianza de quienes los escuchaban. Por suerte, existe registro de oráculos en Grecia y, curiosamente, éstos aparecen escritos con estructuras poéticas. Esto es sólo una muestra de que para los griegos el futuro podía ser expresado por la poesía y de que los poetas podían adelantarse a los hechos venideros.


El epílogo de Shakespeare in love juega con esta relación, ya sea voluntaria o involuntariamente: durante su despedida, William y Viola, los protagonistas, describen en su último diálogo la trama de otra obra del dramaturgo inglés, La Tempestad, hecho que lo motiva a iniciarla, por lo que en la siguiente escena se muestra al poeta mientras escribe la historia; al mismo tiempo, se da a entender que Viola vive cuanto aquél versifica. Escribe primero sobre un viaje en barco a un lugar desconocido, mismo que Viola estaba a punto de emprender; luego, sobre un naufragio y cómo el barco se destruye al estrellarse, y en escena aparecen personas ahogándose, un madero flotando y vestidos hundiéndose en el agua; sobre cómo sólo una tripulante sobrevive, Viola, ante la que se abre la posibilidad de una nueva vida (seguro más dichosa), y la vemos caminar sola y decidida por la playa.

Así, cada palabra en el epílogo de la película se adelanta a lo que la protagonista viviría luego de dejar Inglaterra; tal como en el mito griego (a partir de su religión), la poesía puede funcionar como una profecía. La influencia de la cultura griega ha permeado varios aspectos de nuestra cotidianeidad, muchas veces de formas casi imperceptibles; así, en todas las expresiones artísticas hay obras en las que puede rastrearse su influjo con mayor o menor facilidad; si se piensa en la escultura, es suficiente un breve paseo por la alameda de Bellas Artes en la Ciudad de México, si en la literatura, basta mencionar a autores como Augusto Monterroso, José Vasconcelos o Luis de Góngora, quienes han tomado a sus personajes para emplearlos en su obra.

El cine, por supuesto, no es una excepción al respecto, y mucho puede advertirse de estos elementos en él, si bien puede admitirse que su inclusión sea a veces involuntaria; pero justo este añadido incidental demuestra cómo aún sigue entrelazada nuestra cultura a la de los antiguos griegos. En el caso particular de Shakespeare in Love, me parece sumamente significativo que el epílogo se vuelve verosímil ante el espectador, creo yo que no sólo por el gran trabajo detrás de la película, sino también porque ya varios siglos antes de nuestra era el futuro se nos podía develar como una profecía por medio de la poesía, y el poeta podía ser, ante sus oyentes, un adivino que anunciaba el porvenir.

Referencia:

Apolodoro, Biblioteca; introducción de Javier Arce, traducción y notas de Margarita Rodríguez de Sepúlveda; Madrid, Gredos, 2013 (3.- edición).

Cooper, M.; et al. (productores) y Madden, J. (director). (1998). Shakespare in Love [cinta cinematográfica]. Reino Unido-E. U.: Miramar Films, Universal Pictures.

Highet, Gilbert, La tradición clásica II, traducción de Antonio Alatorre, Ciudad de México, Fondo de Cultura Económica, 2018 (5.- reimpresión), pp. 306-347.

Petrovic, Ivana, “Callimachus and contemporary religión: The hymn to Apollo” en Acosta-Hughes. Benjamín; Luigi Lhenus y Susan Stephens, Companion to Callimachus, Boston, Brill, 2011, p. 268.Sófocles, Tragedias, introducción de José S. Lasso de la Vega, traducción y notas de Assela Alamillo, Madrid, Gredos, 2014 (4.- edición).

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